¿Por qué Qvafunded no necesita licencia? Una mirada a la realidad del trading en Cuba
Un ecosistema financiero inexistente en Cuba
Para entender por qué Qvafunded no puede —ni necesita— mostrar una licencia de regulación, hay que mirar primero el entorno cubano. El país carece de mercado de capitales. Tras la Revolución, la Bolsa de La Habana cerró y hoy solo queda el edificio vacío; no existen empresas públicas ni un mercado de valores desde hace más de seis décadas .
Además, no hay un mercado de divisas regulado ni agentes financieros privados. Un artículo de Diario de Cuba señala que el gobierno cubano nunca legalizó a esos agentes y que el mercado cambiario está “a la deriva”, con precios y cotizaciones sujetas a transacciones ilegales . Esto convierte a Cuba en un desierto financiero: el valor real de las divisas se desconoce y la falta de un mercado legal de cambios desincentiva la inversión .
En este contexto no existe legislación que regule o conceda licencias a firmas de fondeo. Pedir una licencia de una bolsa o de un regulador financiero en un país sin mercado de capitales es, sencillamente, imposible. De hecho, sería contradictorio: si Cuba contara con un mercado abierto y los traders pudieran operar con brokers regulados, Qvafunded ni siquiera sería necesario, porque cada operador tendría acceso directo a plataformas internacionales.
¿Qué es una firma de fondeo y por qué no requiere licencia?
Una firma de fondeo no es un broker ni un intermediario. Se trata de una empresa que evalúa a traders en cuentas de demostración o con capital propio y, si demuestran consistencia, les asigna capital para operar. Según especialistas en mercados financieros, las firmas de fondeo no necesitan licencia regulatoria porque no gestionan fondos de clientes; los traders operan con el capital de la empresa, no depositan dinero para invertir . Además, los programas de evaluación se consideran competiciones o cursos, no servicios de inversión, por lo que están fuera del alcance de regulaciones pensadas para brokers o asesores financieros .
En Qvafunded cumplimos con ese modelo: no recibimos depósitos para invertir ni prometemos rendimientos ni capitalización de intereses. Nuestra actividad se limita a evaluar habilidades y a asignar cuentas fondeadas a traders que superan nuestras pruebas. Pedirnos una “licencia” sería tanto como pedir a una academia de béisbol un permiso de la MLB: simplemente no aplica.
El espejismo de las licencias offshore
Algunos críticos sugieren que deberíamos operar con la licencia de un broker extranjero. Sin embargo, esto responde más al desconocimiento que a una obligación legal. Muchos brokers de forex o criptomonedas se instalan en jurisdicciones offshore, donde los requisitos para obtener una licencia son mínimos. Un informe de Global Banking & Finance Review explica que hay territorios que solo exigen una pequeña tasa de solicitud y un capital modesto para constituir un broker, atrayendo a empresas legítimas pero también a estafas . El mismo informe resalta que la supervisión en estos lugares es débil y que perseguir a los responsables cuando hay problemas es casi imposible .
Incluso hay países como San Vicente y las Granadinas donde no se exige ninguna licencia para operar un bróker de forex; la autoridad local no regula esas actividades . Los promotores solo tienen que registrar una compañía con un capital inicial irrisorio (a veces tan bajo como un dólar) y no deben presentar reportes financieros ni revelar quiénes son los accionistas . Es decir, cualquiera puede obtener una “licencia” en un paraíso fiscal, lo que convierte esos certificados en papel mojado. Adoptar una de esas licencias para operar en Cuba no garantizaría seguridad ni legalidad; de hecho, iría en contra de nuestra misión de transparencia.
Nuestra propuesta: formación y comunidad sin humo
Qvafunded nació como respuesta a la falta de oportunidades para traders cubanos. Ante la inexistencia de un marco legal y la imposibilidad de operar con brokers serios, decidimos crear un programa que proporcionara formación gratuita, acompañamiento y capital propio a quienes demuestren disciplina y gestión del riesgo. Llevamos más de un año operando, con decenas de traders aprobados y pagos puntuales en distintas partes del mundo. No cobramos mensualidades obligatorias, no prometemos “garantías de rentabilidad” y no pedimos depósitos para invertir. Nuestra remuneración surge cuando el trader fondeado obtiene beneficios reales, con una distribución clara del porcentaje.
Algunos nos piden documentos que no existen en Cuba o licencias que, como hemos visto, solo sirven para engañar en paraísos fiscales. Reiteramos: no hay Bolsa de La Habana, no hay marco regulatorio y las licencias offshore no significan nada . Por eso insistimos en educar a nuestra comunidad: la mejor protección no es un papel, sino entender cómo funciona el mercado y reconocer las estafas de lejos.
Pedirle a Qvafunded una licencia regulatoria en Cuba no tiene sentido porque el país no posee leyes ni mercados para otorgarla . Las firmas de fondeo operan legalmente usando su propio capital, sin custodiar fondos de terceros y, por tanto, no están obligadas a tener licencia . Obtener una “licencia” en un paraíso fiscal tampoco aporta seguridad: los requisitos son mínimos, las autoridades no supervisan y es casi imposible recuperar fondos cuando ocurren estafas .
En lugar de exigir documentos inexistentes, lo mejor que puedes hacer como trader es informarte. Comprende que las promesas de ganancias rápidas y sin riesgo suelen ser fraudes y que, en ausencia de un mercado de capitales, iniciativas como Qvafunded son una alternativa para avanzar de manera ética y profesional. En Qvafunded te mostramos la realidad del trading, te damos formación y te integramos a una comunidad de lobos, no de corderos.